LA PUERTA
SIPNOSIS
Una historia
en homenaje a la amistad, de una calidad humana extraordinaria. Retrato de la
extraña y larga relación entre una escritora, —la propia Magda Szabó— y su
sirvienta —Emerence Szeredas— durante veinte años. Magda, una intelectual que
vive alejada de la realidad, pertenece a la burguesía húngara. Emerence ha
vivido en la miseria y conoce los quebrantos y las amarguras que ha sufrido el
pueblo tanto en la época de los nazis como en la de los comunistas. Las dos
mujeres viven y han vivido dos vidas que chocan y se atraen. Su relación es
tensa y, sin embargo, no pueden vivir la una sin la otra.
SOBRE LA AUTORA
Magda Szabó
(Debrecen, 5 de octubre de 1917 - Kerepes, 19 de noviembre de 2007) fue una
escritora húngara, considerada una de las mejores novelistas en húngaro de la
historia. También escribió teatro, poesía, ensayos, traducciones y memorias.Nacida
en Debrecen, Szabó se graduó en la Universidad de Debrecen como profesora de
latín y húngaro. Comenzó a trabajar como profesora en una escuela calvinista
para niñas en Debrecen y Hódmezővásárhely. Entre 1945 y 1949 trabajó para el
Ministerio de Religión y Educación. Se casó con el escritor y traductor Tibor
Szobotka en 1947.
LA CRÍTICA
En su
obra se siente constantemente como telón de fondo ese terrible peso de la
historia en la vida cotidiana. La puerta, una novela autobiográfica tan extraña
como fascinante, no es una excepción. Publicada en 1987, dos años antes de la
caída del comunismo en Europa, fue primero traducida al alemán y al inglés,
aunque alcanzó su gran éxito internacional hace dos años en Francia. Comienza
desvelando lo que parece su final -"es necesario que declare de una vez
por todas que yo maté a Emerenc. Yo quería salvarla, no destruirla, pero eso no
cambia nada", escribe la autora en el prólogo- y que narra la amistad, durante
20 años desde los sesenta, entre la propia Szabó y su criada Emerenc, un
personaje misterioso que no deja que nadie cruce el umbral de la puerta de su
casa.
Babelia
Reflexiones sobre la puerta
Una
puerta no es algo, les ruego que lo piensen, totalmente real. Considerarla así
llevaría a extraños malentendidos. Si observan una puerta y concluyen que
produce corrientes de aire, se la llevarán al desierto bajo el brazo, para
refrescarse
Entrevista sin preguntas.Nueve gatos y un perro
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