HAMLET. WILLIAM SHAKESPEARE
SIPNOSIS
La tragedia de Hamlet traza el admirable
retrato de un legendario príncipe de Jutlandia, soñador, contemplativo, sumido
en dudas e irresoluciones, que, obligado a esclarecer los motivos que llevaron
a la muerte de su padre, sucumbe ante la fatalidad de las circunstancias. Su
locura no es sólo, al modo tradicional, una ficción y una coartada, sino que se
convierte en modo de ser y en visión del mundo. Su ambigüedad, su ambivalencia
y su desorientación lo aproximan notablemente a la sensibilidad de nuestra
época. Poblada, como señala en su prólogo Vicente Molina Foix, por una
abundante y compleja galería de personajes «secundarios», la obra ha gozado de
una constante vigencia a lo largo del tiempo, que ha hecho que se incorporen al
lenguaje común numerosas expresiones de la obra («ser o no ser», «palabras,
palabras, palabras», «lo demás es silencio») que han llegado a hacerse
emblemáticas.
SOBRE EL TEATRO ISABELINO
El Renacimiento se desarrolló más tarde en Inglaterra
que en el resto de Europa, las manifestaciones literarias medievales se
prolongaron en este país hasta bien entrado el siglo XVI. El teatro no fue una
excepción, durante la primera mitad de este siglo, predominó un teatro
religioso, pero junto a este teatro se fue abriendo paso un teatro cortesano
(representado en universidades), y un teatro popular. Este último acabaría
triunfando, generando abundantes obras y autores de primer orden.
Este grupo de autores, a cuya cabeza se encuentra la figura
de Shakespeare, constituye el denominado teatro isabelino inglés, que abarca
las dos últimas décadas del siglo XVI y casi toda la primera mitad del XVII.
LOS TEATROS Y EL PÚBLICO
El teatro popular inglés empezó a representarse en
escenarios improvisados, como los patios de posadas, a los que acudía un
público variopinto. Pero a finales del siglo XVI, durante el reinado de Isabel
I de Inglaterra, se construyeron en Londres los primeros teatros públicos y
estables. Los teatros isabelinos eran construcciones de forma octogonal o
circular, hechos de madera, con un patio central a cielo abierto y galerías
circundantes. Tenían aproximadamente 25 metros de diámetro exterior y unos diez
de altura. Los más importantes se edificaron en las proximidades de Londres, ya
que dentro de la ciudad el teatro estaba por entonces prohibido. Los más
destacados fueron The Swan y The Globe. Las representaciones
teatrales se realizaban al aire libre, por lo que cabe suponer, solo se se
hacían en las temporadas de clima benigno.
El público de estos teatros estaba integrado por gente de
toda condición, pero predominaba el estamento popular. Éste era un público que
reclamaba diversión y emoción, y a estas exigencias se entregaron sin
resistencia todos los autores.
CARACTERÍSTICAS DEL TEATRO ISABELINO
lluminación natural y universal
El
teatro Isabelino hizo uso de la iluminación natural y universal. Los
espectáculos se realizaban por la tarde en teatros
o terrenos al aire libre. Los que se realizaban en el interior se
hacían a la luz de las velas
Las
compañía de teatro actuaban en graneros, casas de familia, casas de nobles, en
la parte trasera de los carros o en las plazas de las ciudades. A menudo se
hacían teatros con estructuras permanentes con
audiencias en todos los lados del escenario. Esto significaba que las piezas
del decorado debían ser mínimas, a menudo limitadas a unas
pocas cortinas o un fondo de madera.
Efectos de sonido en vivo y música
Los actores creaban todos los
efectos de sonido: lluvia, cañones,
caballos…
Participación de la audiencia
La gente
iba y venía durante el espectáculo, lo que hacía que
los dramaturgos incluyeran resúmenes expositivos. Los miembros de la audiencia
a veces abucheaban, abucheaban, arrojaban cosas o hablaban directamente con los
actores. Podían caminar durante el espectáculo, hablar y comer. En
respuesta, los actores hablaban e
interactuaban con la audiencia. Muchos dramaturgos escribieron discursos en los
cuales los actores entregaban monólogos directamente a la audiencia.
Compañías teatrales
Era
común que los actores formaran compañías, usualmente bajo el auspicio de
nobles. Esas compañías que tenían de 12 a 15 actores interpretaban todos los
roles, y de hecho daban vida a múltiples personajes en una sola obra. Además, la actuación se consideraba una profesión
inapropiada para las mujeres y los hombres interpretaban papeles
femeninos.
Estructura de la empresa
Los actores desempeñaban todos los trabajos: a cargo de accesorios, disfraces y venta de
entradas. Los dramaturgos
actuaban como actores. No había directores y muchas veces los gastos eran
sufragados por los propios actores.
Vestuario
El
vestuario era elaborado, colorido, rico…eran un reflejo de las diferentes clases
sociales.
Ruptura de los preceptos
clásicos:
- Se transgreden las unidades de tiempo, lugar y acción.
- Se mezclan los géneros, en ocasiones, una situación trágica, se puede ver aliviada por la intervención del Clown (similar al gracioso en el teatro español).
- Se mezclan los personajes nobles con los plebeyos.
- Pueden alternarse en una misma obra el verso y la prosa.
Independientemente de la mezcla de géneros, en ocasiones hay
un claro predominio de lo trágico o lo cómico. Junto a las tragicomedias (muy
abundantes), pueden distinguirse la tragedia y la comedia. Merece especial
atención la creación de piezas de tema histórico, que generaron un gran interés
en el público por el pasado de su país.
En todos estos géneros brilló el genio insuperable
Shakespeare.
PRINCIPALES AUTORES
La literatura inglesa en la época de Isabel I constituyó el
elemento cultural del paso de la Edad Media a la Moderna. William Shakespeare eclipsa con su genio a
todos los demás escritores del momento, pero autores como Ben Jonson, George Chapman, John Fletcher, John Ford,
Thomas Middleton, Thomas Nashe, John Webster, Christopher Marlowe y Thomas Kyd merecen también ser
recordados.
WILLIAM SHAKESPEARE
Los extraordinarios logros de Shakespeare en el teatro no
deben hacernos olvidar que. además, es uno de los más destacados poetas en
lengua inglesa. Muy valioso es su poema de tema mitológico Venus y Adonis, pero son sus sonetos los que lo sitúan en un lugar
destacado en la historia universal de la lírica amorosa.
LA
SINGULARIDAD DEL TEATRO SHAKESPERIANO
Las 37 obras que conforman la producción dramática de Shakespeare
constituyen tal vez el legado más impresionante de las letras inglesas.
Su grandeza hay que buscarla en aportaciones como:
- Su estilo es asombrosamente rico. Su dominio extraordinario de la lengua inglesa le permiten abarcar desde la expresión más exquisita hasta el gracejo del habla popular
- Posee una aguda capacidad para la emoción, el espectador no puede quedar indiferente ante las palabras de sus logrados personajes.
- Elevó sus criaturas a la categoría de personajes universales.
- Particularmente valiosa es su concepción del personaje cómico (Clown). Sus intervenciones, sin perder el tono irónico, alcanzan en ocasiones auténtica hondura filosófica. (Hamlet)
El enredo de raíz clásica fue el punto de partida para la elaboración de las comedias de Shakespeare. Los elementos más característicos del enredo (los malentendidos, el disfraz, las intrigas de giros inesperados, etc.)conforman la base de estas obras. En ellas el autor estudia todas las clases sociales, por lo que constituyen un buen reflejo de la sociedad. Sus personajes están perfectamente individualizados. Destacamos de sus comedias: La comedia de las equivocaciones, El mercader de Venecia, La fierecilla domada ( procedente, al parecer, de un cuento de El conde Lucanor de don Juan Manuel) y El sueño de una noche de verano (la más representada) entre otras.
LAS OBRAS HISTÓRICAS
Una de las fuentes principales en el desarrollo del teatro isabelino fue la propia historia de Inglaterra. Shakespeare escribió 10 piezas históricas: Enrique VI, Ricardo III, Ricardo II, etc. El interés de estas obras se centra en la pasión con la que se presentan las ambiciones humanas relacionadas con el poder. La más destacada es Ricardo III por la fuerza extraordinaria con la que se presentan la maldad y la injusticia.
LAS OBRAS
ROMANAS
Los entresijos del poder también fueron
sondeados por Shakespeare fuera de su país, concretamente en la historia de
Roma. Sus obras fueron: Tito Andrónico, Julio César...
LAS GRANDES
TRAGEDIAS
Es en la tragedia donde Shakespeare se muestra con más brillantez,
es el género con el que ha alcanzado la máxima gloria. Son innumerables las
versiones y adaptaciones que sus grandes tragedias han tenido en los
escenarios, y en el último siglo han sido también la base para numerosísimas
obras cinematográficas. Casi todas son obras de madurez, y representan la
cumbre del teatro de Shakespeare. A través de sus protagonistas, símbolos de
las distintas pasiones del hombre, el dramaturgo traza un profundo retrato de
la complejidad del alma humana y de las grandes dificultades de la vida
Shakespeare suele combinar en sus tragedias, el verso y la prosa,
y en su lenguaje caben desde la expresión más exquisita hasta el registro más
familiar.
Entre sus tragedias Destacan: Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo y El
rey Lear.
- Romeo y Julieta: la enemistad entre sus respectivas familias y la fatalidad se alían para impedir la unión entre los jovencísimos protagonistas, prototipos de amantes apasionados.
- Hamlet: príncipe de Dinamarca, se enfrenta con la aparición del fantasma de su padre asesinado exigiendo venganza. Las dudas y la indecisión, expresadas en famosos monólogos, torturan al joven, pues entre los culpables están su madre y el padre de su amada. Al final, a costa de su propia vida, consumará el sangriento castigo.
- Otelo: el malvado Yago fomenta los celos de Otelo, quien llegará a estrangular a su amada mujer, la inocente Desdémona.
- Macbeth: la ambición de poder, alentada por su esposa, lleva al noble escocés Macbeth al crimen. Conseguirá la corona, pero ambos sufrirán terribles remordimientos antes de su trágico final.
- El rey Lear: el anciano protagonista, tras intentar medir el amor de sus hijas, destierra a la única que le quiere de verdad, engañado por la hipocresía de las otras dos. Acabará destronado, abandonado por todos y medio loco.
En términos generales, lo sublime de las obras de Shakespeare es
el retrato de unos personajes a los que se llega a definir con precisión
matemática, de forma que esa misma ambigüedad colma su carácter de una
extraordinaria riqueza de matices. Por medio de la fuerza del lenguaje, los
tipos shakesperianos manifiestan las profundidades de su espíritu y se declaran
individuos libres, capaces de elegir su propio destino. En este sentido, su
obra es tan moderna y está tan abierta a distintas interpretaciones como El
Quijote de Cervantes.
ESTUDIOS SOBRE HAMLET
LA VENGANZA TEATRAL DE HAMLET
Jorge Prado Zavala
LA MALDAD CREA EL SILENCO.
Jose Carlos Somoza
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