SIPNOSIS
Johanna
es artista y ha pasado las últimas tres décadas viviendo en Estados Unidos con
su esposo y su hijo. Tras la muerte de su marido, Johanna regresa a su Noruega
natal. Una galería la ha invitado a una exposición retrospectiva, con una nueva
obra suya como pieza central. Johanna alquila un apartamento junto al fiordo y
una pequeña cabaña en el bosque a las afueras de la ciudad. A medida que
atraviesa la urbe, de un lado a otro entre los dos lugares, busca dar sentido a
su vida en el trabajo que tiene por delante y descubre algo que une su pasado
con el presente.
SOBRE LA AUTORA
Vigdis Hjorth (Oslo, 1959) es una de las novelistas noruegas más
importantes de la actualidad. Ha vivido en Oslo, Copenhague, Bergen, Suiza y
Francia. Estudió Filosofía, Ciencias Políticas y Literatura. La herencia
(2016), ganadora del Premio de los Libreros de Noruega, Premio de la Crítica y
nominada para el prestigioso Premio de Literatura del Consejo Nórdico, ha sido
su libro más exitoso. La novela se convirtió en una de las obras más aclamadas
por la crítica y uno de los fenómenos editoriales más relevantes de los últimos
años en Noruega.
ENTREVSITAS
Vigdis Hjorth: “Mi madre no me habla hace 30 años
No se habla con su
familia (excepto con un hermano) desde hace treinta años. La causa son los
abusos sexuales cometidos por su padre en casa y que inspiraron su novela La
herencia (2016), que ganó el premio de los libreros noruegos y provocó una
novela de réplica de su hermana y un alud de querellas familiares contra
Hjorth... Al menos la cosa le da para escribir grandes obras, ¿Ha muerto mamá? (Nórdica)
“Es una situación especial no ver a tu madre
durante tanto tiempo –prosigue–. Todo empezó con una imagen real: ella
conduciendo por la calle donde vive su madre y sintiendo una gran curiosidad
por lo que habría sido de ella... en treinta años. El libro es una
investigación sobre eso. Puntualizo que, en mi caso, dejamos de hablarnos hace
también 30 años, fue algo muy anterior al libro pero escribirlo lo agravó todo.
Si lo pude escribir es porque mi familia ya estaba rota, no me habría
arriesgado a romperla por un libro”.
“No puedes extirpar a tu madre de tu cabeza
–opina–, eso es imposible, estás unida a ella para siempre, aunque no la veas.
En diferentes grados, eso sucede en muchas familias: aquel tío al que nunca
hemos visto, que no viene a las celebraciones navideñas no sé sabe bien por
qué, y luego con los años se descubre que era alcohólico o psicópata”. Una de
las claves de la incomunicación entre madre e hija es que, “tras 30 años, es
muy difícil abrir la mente y admitir que tal vez estabas equivocado. Pero se
siente un hambre de información voraz: sabes que se ha divorciado de tu padre,
ignoras si tiene otra pareja, y te gustaría saberlo”
Johanna, su personaje, “retrocede a la
infancia y juventud, y piensa en su madre cuando era joven, se pregunta quién
era, qué gran dolor no tratado padeció, seguro que no fue fácil para ella. A
veces gritas: ‘¡Quisiera liberar a mi madre de su dolor y que ella se liberara
también! Es ingenuo, y algo obsesivo”. Sobre los reproches que le hace su familia
sobre sus libros, cita una anécdota de Picasso: “Cuando el nazi Otto Abetz vio
una reproducción del Guernica, le dijo: ‘Es lo mejor que ha hecho usted hasta
ahora’, y Picasso le replicó: ‘Esto no lo he hecho yo, lo han hecho ustedes’.
Me parece una respuesta muy inteligente”. Sobre la maternidad, afirma que “para
el bebé y el niño la madre es una diosa humana que le cuida, su poder es enorme
y resulta imposible olvidar aquella dependencia que tuviste, la enorme
diferencia de poder entre ambos”.
PRIMERAS PÁGINAS
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