FORTUNA
SIPNOSIS
En los triunfales años veinte,
Benjamin Rask y su esposa Helen dominan Nueva York: él, un magnate financiero
que ha amasado una fortuna; ella, la hija de unos excéntricos aristócratas.
Pero a medida que la década se acerca a su fin, y sus excesos revelan un lado
oscuro, a los Rask empiezan a rodearlos las sospechas…
Ese es el punto de partida de
Obligaciones, una exitosa novela de 1937 que todo Nueva York parece haber leído
y que cuenta una historia que puede, sin embargo, contarse de algunas otras
formas. Hernán Díaz compone en Fortuna un magistral puzle literario: una suma
de voces, de versiones confrontadas que se complementan, se matizan y se
contradicen, y, al hacerlo, ponen al lector ante las fronteras y los límites
entre la realidad y la ficción, entre la verdad –acaso imposible de encontrar–
y su versión manipulada
SOBRE EL AUTOR
Escritor argentino, Hernán Díaz
nació en 1973 en Buenos Aires, creció en Suecia y ha pasado gran parte de su
vida en Estados Unidos. Reside en Nueva York.Doctorado en Filosofía en la
Universidad de Nueva York, ejerce la docencia en la Universidad de Columbia,
donde también edita una revista académica dentro del Hispanic Institute. Los
textos de Díaz han aparecido en medios como The Paris Review, Granta, Playboy,
The Yale Review o The New York Times.Además de publicar el ensayo Borges,
Between History and Eternity, ha publicado novelas como A lo lejos
(finalista de los premios Pulitzer y PEN/Faulkner) y Fortuna
LA CRÍTICA
Del tirador a la ciudad
ANATXU ZABALBEASCOA
Fortuna arranca en modo Henry James: un relato psicológico de un ámbito privilegiado y culto, tal vez hoy en día anacrónico en las formas. Manipula al lector para revelarle la construcción de ese relato: la fortuna de una familia. Así le muestra la vida en la calle Pearl, la 87 East o la calle 53 de Manhattan –donde la mansión de los Vanderbilt se convierte en la reputada escuela de música Julliard-. Y también en Suiza: la lejanía para la cura de los poderosos, ilustrando cómo la salud y el decoro debían ir de la mano
El texto de Díaz no tarda en acercar al lector hasta revelarle la arquitectura de la novela: no tanto lo no hablado como las notas internas que toma un escritor para fortalecer un relato; hacer dudar al lector o darle la vuelta a un personaje. Esa cercanía es un regalo. También una manipulación. Estamos pagando el precio de leer en andamios por acercarnos a una verdad. O no. La construcción del relato y la verdad se dibujan ya en paralelo. Indistinguibles.
ENTREVISTAS
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