LA LIEBRE CON OJOS DE AMBAR

SIPNOSIS


Más de doscientas figuritas de madera y marfil, ninguna de ellas mayor que una caja de cerillas, son el origen de este fascinante libro en el que Edmund de Waal describe el viaje que han hecho a lo largo de los años. Un viaje lleno de aventuras, de guerra, de amor y de pérdida, que resume, en la historia de una familia, la historia de Europa en los siglos XIX y XX. Un texto evocativo y de gran belleza que comienza con una pequeña liebre de ojos de ámbar que se mezcla en un bolsillo con las monedas, y termina, como todo auténtico viaje, con el descubrimiento de uno mismo.


SOBRE EL AUTOR



Edmund de Waal is an artist whose porcelain is exhibited in museums and galleries around the world. His bestselling memoir, The Hare with Amber Eyes, won the RSL Ondaatje prize and the Costa Biography Award. In 2015 he was awarded the Windham-Campbell prize for non-fiction by Yale University. He lives in London with his family.




RESEÑAS


De Waal, el hombre que habla con las miniaturas

XAVI AYÉN

06/07/2012 13:00 | Actualizado a 02/10/2012 10:50


La respuesta es La liebre con ojos de ámbar, una apasionante, bella y sutil historia de su familia, poblada de banqueros, aristócratas y artistas, con cameos de Proust, Renoir, Strauss, Rilke, la reina de Inglaterra, los Rotschild… El libro, del que se han vendido 500.000 ejemplares en el Reino Unido, y que se ha traducido en 24 países, llega a España.Todo empezó cuando su tío abuelo Iggie murió en Tokio en 1994. El británico Edmund de Waal heredaba una impresionante y diminuta colección de netsukes y se propuso contar su historia, narrar todo lo que debían de haber visto, por ejemplo, los ojos de ámbar de esa liebre que no podía dejar de observar. “Mientras hacía rodar esos objetos en mis dedos, o los llevaba en el bolsillo como amuletos, quería saber los sitios donde habían estado, entrar en las habitaciones donde hubieran vivido: quería saber incluso qué cuadros colgaban en las paredes, y cómo entraba la luz por las ventanas”.

El ceramista sentimental

11 de julio de 2012. 23:12h
Ángeles LÓPEZ.

No es un libro de memorias, tampoco un cuaderno de viaje, ni la biografía de dos siglos y mucho menos la historia de una saga. Es una travesía narrativa urdida a partir de más de doscientas figuritas de madera y marfil, ninguna de ellas mayor que una caja de cerillas, llamadas netsukes. A través de esos pequeños enganches de abotonadura nipona, seguimos el devenir de dos centurias, que son todo un festín para los amantes de la prosa morosa y emotiva, escrita sobre dos conceptos difíciles de conjugar: amenidad y erudición. El coraje de este libro  reside tanto en la reconstrucción del éxito y la pérdida, como en la forma de imbricar hechos, datos y emociones, convirtiendo lo «no vivido» en material de añoranza. Porque estas páginas están escritas por un ceramista educado en el respeto por el material y la aptitud del propósito, no por un historiador. 200 años, más de 7 ciudades y toda la fragilidad del ser humano y su capacidad regenerativa caben en este volumen. Con el hilo conductor de las netsukes, visitamos el fin de siècle parisino, donde el japonismo obsesionado de Charles Ephrussi los compra a un marchante, recalamos después en la Viena del XX durante su anexión a Hitler y, finalmente, regresamos al origen nipón de los «botones» durante el bombardeo de Tokio. Una epifanía con inicio y final japonés. Humildemente, me atrevo a pedir al lector: si ve este libro en el estante de novedades, ¡cómprelo! Es un volumen para acariciar, leer, subrayar, releer y recordar...




En busca del tiempo perdido
Patricio Pron
ABC






Desde la vitrina





ENTREVISTAS




PARA EMPEZAR A LEER




SOBRE LA LIEBRE


"La liebre de ojos de ámbar" de Edmund de Waal vuelve a Viena tras 70 años

Viena, 10 oct (EFE).- "La liebre de los ojos de ámbar", la miniatura japonesa que dio titulo al conocido ensayo del británico Edmund de Waal, ha regresado a Viena por primera vez desde 1945 y se expone en el mismo museo, el de Historia del Arte de Viena (KHM), al que los nazis llevaron obras saqueadas a su familia. De Waal (Nottingham, 1964) es uno de los ceramistas más reconocidos de Reino Unido, pero fue el libro que cuenta la trágica historia de la familia judía Ephrussi en distintas épocas y ciudades (Odessa, París, Viena, Londres y Tokio), lo que le dio fama mundial. El KHM invitó al artista a organizar una exposición con las obras de sus fondos que más le interesasen y el resultado ha sido "Durante la noche", en la que De Waal reflexiona sobre "la ansiedad, el miedo y la soledad". Esta exposición, que se inaugura hoy, se inspira en una pesadilla que tuvo Alberto Durero en 1525 y en la que dijo haber visto el Apocalipsis. "Con Durero como guía he mirado los fondos del museo para ver cómo otros artistas han explorado la ansiedad", explica el artista, en lo que definió como "un viaje a través de la noche" con la compañía de 55 obras del maestro alemán o de artistas como Lucas Cranach y El Bosco. Sin embargo, el auténtico protagonismo de la exposición se lo lleva una pieza de apenas unos centímetros y que el artista cedió al museo hasta el final de la muestra el próximo 29 de enero: "La liebre de ojos de ámbar". Esa liebre es uno de los 264 netsuke, unas miniaturas japonesas, que De Waal utiliza como hilo conductor para narrar la historia de su familia, desde su origen en Odessa, donde a mediados del XIX dominaban el comercio mundial de trigo. La colección la inició en París a finales del XIX Charles Ephrussi, primo de su bisabuelo y uno de los descubridores del impresionismo -trató con Monet, Degas o Renoir- y llegó a inspirar al protagonista de "En busca del tiempo perdido", de Marcel Proust. Charles Ephrussi regaló la colección a Viktor y Emmy, los bisabuelos De Waal, que vivían en Viena, donde el autor retrata la época dorada de la entonces capital imperial, la Gran Guerra, la penuria económica, el ascenso del antisemitismo y la llegada al poder de los nazis en Alemania y la posterior anexión de Austria. En 1938 la Gestapo desvalijó el palacete de su familia en la céntrica Ringstrasse de Viena y sólo se salvó esa colección de miniaturas, rescatada por una criada, Anna, de la que De Waal no sabe siquiera su apellido. La abuela de De Waal, Elisabeth, volvió a Viena en 1945 para intentar recuperar algunas de las posesiones familiares y entonces supo que Anna había salvado de la Gestapo la colección de miniaturas japonesas, poniendo incluso en riesgo su vida.La directora del KHM, Sabine Haag, elogió la generosidad del artista al organizar la exposición y ceder la miniatura que simboliza el trágico destino de su familia. "De Waal nos ha traído 'la liebre' de forma temporal. Es la primera vez que está en Viena desde 1945", explicó Haag. "Es un gesto personal de enorme generosidad. No sólo con este museo, sino con Viena, que fue todo menos generosa con su familia", lamentó Haag. El comisario de la exposición, Jasper Sharp, elogió la "generosidad" de De Waal y su "apertura", dado que fue el director del KHM en 1939 el encargado de la catalogar los bienes expoliados a su familia. Para el artista, la oportunidad que le dio el KHM de organizar una exposición en "uno de los mejores museos del mundo" era un honor y un privilegio. La liebre está expuesta a la entrada de la muestra y De Waal explicó a Efe que es un amuleto que siempre le ha acompañado mientras investigaba la historia de su familia. "Ha sido una especie de protector para mí. Cuando hice mi trayecto por la noche de Viena, en la historia de horror de mi familia, siempre la llevaba en el bolsillo. En mis viajes a Odessa, a París, a Japón siempre me acompañó", expuso. "Cuando me invitaron a venir aquí, la traje conmigo y es la primera vez que está en Viena desde 1945. Está a la entrada de la exposición y eso me protege, me hace sentir a salvo", concluyó. EFE
http://www.lavanguardia.com/

SOBRE LOS NETSUKE

ARTE JAPONÉS: LOS NETSUKE
Los netsuke son esculturas en miniatura que se cree fueron inventadas en el siglo XVII en Japón para prestar una función práctica. Las vestimentas tradicionales japonesas denominadas kosode y kimono no tenían bolsillos; sin embargo, los hombres precisaban disponer de algún medio para guardar sus elementos personales tales como pipas, tabaco, dinero, sellos o medicinas.La solución que encontraron fue almacenar dichos objetos en pequeños contenedores o bolsas (denominados sagemono) que se colgaban de sogas de las fajas de sus vestimentas (obi). Los contenedores eran bolsas pequeñas o cestas tejidas, pero los más populares eran unas cajitas muy bellas denominadas (inro), que se mantenían cerradas mediante el ojime, que eran cuentas o cuerdas deslizables. Más allá de la forma y tipo de contenedor, el seguro que retenía el cordel en la parte superior del recipiente era un elemento tallado pequeño denominado netsuke.El netsuke, al igual que el inro y el ojime, evolucionaron a lo largo del tiempo de un uso estrictamente utilitario a pasar a ser objetos con un gran mérito artístico y que presentaban el trabajo de avezados artesanos. Tales objetos poseen una larga historia que recoge aspectos importantes del folclore y la vida en Japón. La producción de netsuke fue muy popular durante el período Edo en Japón (1615-1868). El arte ha perdurado hasta la actualidad, y algunas obras modernas se cotizan a precios elevados en Gran Bretaña, Europa, Estados Unidos y Japón.
Existen varios tipos de netsuke, entre los que figuran:
Katabori netsuke o escultura netsuke - Este es el tipo más común de netsuke. Son figuras tridimensionales compactas talladas en una forma esférica y por lo general poseen de 3 a 9 cm de diámetro.
Anaborinetsuke o " netsuke ahuecado" - es un subconjunto de los katabori los cuales se tallan para tener un centro hueco. Unos de los motivos más comunes de este tipo de netsuke son las valvas.
Sashinetsuke - Esta es una forma alargada de katabori, literalmente netsuke "pincho" , de longitud similar a los palillos y utilizados como netsuke improvisados antes que se comenzaran a utilizar piezas talladas. Tienen unos 15 cm de largo.
Netsuke men o netsuke máscara - la categoría más voluminosa luego de los katabori. A menudo estas son imitaciones de máscaras noh de mayor tamaño y comparten ciertas características tanto con los netsuke katabori ...








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